Una ducha caliente consume una cantidad considerable de energía. Con el Warmduscher puedes reducirla en un 40%. El agua de la ducha sigue estando a unos 35 grados centígrados una vez que baja por el cuerpo. El Warmduscher utiliza el calor residual del agua utilizada para calentar el agua fría de las tuberías. Utiliza una lengüeta especial para mezclar el agua caliente y fría. El dispositivo es fácil de instalar y puede ahorrar a una familia de 4 personas hasta 400 euros al año y ahorrar unos 400 kg de emisiones de CO2.