La nueva normativa obliga a los dueños de barcos a reducir las emisiones en un 40% en 2030. ¿Cómo pueden hacerlo? Una opción es la desarollada por Kvasir Technologies. Ofrecen una solución que convierte la biomasa en un sustituto del aceite de transporte de combustibles fósiles. El proceso utiliza un alcohol disolvente calentado para descomponer la lignina de la biomasa. Este disolvente se recupera y puede volver a utilizarse. El resultado es un biocombustible que puede utilizarse en los barcos sin necesidad de modificar los motores. Por tanto, no hay costes de cambio.