Más de un tercio de los alimentos que producimos se desperdicia. Desperdiciar carne y pescado es especialmente perjudicial porque la huella de carbono es unas 7 veces mayor que la de otros productos alimentarios. Aminic ha desarollado un dispositivo portátil que permite medir al instante la frescura de la carne y el pescado. Se trata básicamente de una nariz electrónica que detecta un biomarcador de deterioro. Tambiñen puede predecir la fecha real de caducidad y, por tanto, mostrarnos si un producto puede seguir utilizándose. Porque ser demasiado precavido lleva a desperdiciar muchos alimentos.